AUTOR: Paulino Sánchez Delgado.

Segunda parte del estudio sobre el agua en la localidad, en el que en primer lugar se analiza la escasez del líquido elemento en los años sesenta y setenta del siglo XX, así como la búsqueda de nuevas captaciones para el abastecimiento por el Ayuntamiento, entre ellas la posibilidad de llevar el agua desde Ruidera a La Solana.

Precisamente en uno de los capítulos se analiza la polémica subasta realizada por el Gobierno en el año 1973 del denominado Ojillo, finca perteneciente a los bienes del Legado Bustillo que pretendía el Ayuntamiento solanero, pero que una intervención del entonces gobernador de Ciudad Real obligó a que no se presentarán en la subasta de esos terrenos, al ser pretendidos por el empresario Eduardo Barreiros dueño de la finca Puerto de Vallehermoso que finalmente estuvo sólo en la subasta.

La compra del pozo del Tomillar, así como la polémica sobre la escasez de ese abastecimiento, además de la construcción del Pantano de Vallehermoso y el saneamiento de la localidad, aparecen en los capítulos del estudio.