AUTOR: Aurelio Maroto Gómez-Pimpollo.

La importancia de la industria de las hoces en La Solana queda reflejada en el subtítulo de este libro, que recoge lo dicho a mediados de los años cincuenta del pasado siglo por la periodista del semanario “El Español” Blanca Espinar, que denominó así a la localidad tras recorrer los talleres y fábricas existentes.

En los capítulos del estudio Aurelio Maroto comienza analizando los comienzos de la industria en la localidad, la producción en las fraguas y los elementos de las misma, así como la importancia que tuvo la llegada de la corriente eléctrica.

La incidencia de la guerra civil, cuando no se contaba ni con carbón ni acero, dieron paso al denominado “conflicto del acero” y la polémica de los cupos, además de la escasez de carbón y la competencia entre profesionales.

No faltan datos sobre las marcas de hoces, los puños de las mismas, así como los diferentes puestos de trabajo, desde el maestro al oficial, el peón y el aprendiz, los jornales, la jornada laboral, la tarea y las mujeres herreras.

Otros apartados están dedicados a la mecanización, que el autor califica como el principio del fin, además de ofrecer datos sobre los pequeños talleres y las grandes fábricas como La Langosta y La Pajarita, además de la primera y última cooperativa, para finalizar con lo que denomina “el universo de marcas”.